Tras otros mil meses de silencio la Papada de George Lucas regresa con fuerza con un quíntuple post espentacular en el que analizamos la desbarrante saga Death Wish de Charles bigotitos Bronson. Honor, plomo y sangre son sustituidos por Punkis, bigotes y pistolones en cinco películas ultraviolentas y ultragilipollas que harán las delicias de los cinéfagos menos exigentes.
Pero no nos llevemos a engaños, no vamos a analizar las cinco películas una a una porque #1 Somos unos putos vagos y #2 Las cinco películas son básicamente la misma película.
Y es que en Death Wish la estructura siempre es la siguiente:
-Unos punkys matan/violan a un ser querido del bueno de Paul Kersey, el personaje interpretado por Bronson.
-Kersey se venga a balazos porque la ley y la justicia ordinarias son incapaces de ayudarle.
Pero no nos llevemos a engaños, no vamos a analizar las cinco películas una a una porque #1 Somos unos putos vagos y #2 Las cinco películas son básicamente la misma película.
Y es que en Death Wish la estructura siempre es la siguiente:
-Unos punkys matan/violan a un ser querido del bueno de Paul Kersey, el personaje interpretado por Bronson.
-Kersey se venga a balazos porque la ley y la justicia ordinarias son incapaces de ayudarle.
Y ya está, ¿para qué necesitas más?
Para acabar de aclarar de qué estamos hablando vayamos con unos microresúmenes de cada una de las entregas de la saga.
Death Wish I: Matan a la mujer de Bronson y violan a su hija dejándola catatónica así que Bronson se lía a tiros con todo punky que se encuentra por la calle sin preocuparse nunca de buscar a los punkys que realmente le destrozaron la vida.
Death Wish II: Violan a su sirvienta (¿?) y de nuevo a su hija -aún catatónica-. La hija acaba saltando por una ventana ensartándose en los pinchos de una valla y Bronson se venga, esta vez sí, de los punkys que le afrentaron.
Death Wish III: Matan a un amigo suyo y más adelante también a una chica con la que Charles había follado la noche anterior. Charles no reacciona demasiado bien y monta una guerra urbana de cojones en la que destruye más edificios que en un combate de los Power Ranger. La esencia de Death Wish 3 queda resumida perfectamente en esta escena:
-¡Le han robado el pan a esa señora!
-¡Esto es la guerra!
Death Wish IV: La hija de su nueva pareja muere de sobredosis y Bronson comienza una batalla particular contra el narcotráfico. A la postre su nueva pareja también es asesinada -Sí, se veía venir-. En una escena mágica en la que la madre de la niña muerta por sobredosis está investigando sobre los peligros de las drogas para escribir un artículo sobre ello en el periódico en el que trabaja, un médico forense le enseña el cadáver de un chico al que le ha explotado una pipa de cocaína en la cara.
Death Wish V: A su prometida le desfiguran la cara y poco después la matan unos tíos que blanquean dinero a través de pasarelas de moda. O eso me pareció entender porque no explican demasiado bien nada de lo que pasa salvo que a Bronson no le gusta que esté pasando. Por cierto, que montan un drama increíble con lo de la desfiguración de la cara y al final son cuatro rasguños.
De los anteriores microresúmenes podemos sacar una valiosa lección: Ligar con Charles Bronson equivale a morir.
Siendo fieles a la realidad -aunque sólo sea por un día- La primera de las cinco películas sí que es diferente a las demás. En Death Wish I Charles Bronson sufre cuando mata, llora y vomita con los nervios que le provocan sus asesinatos. En definitiva: todavía es un pusilánime.
Es a partir de la segunda entrega cuando la pentalogía comienza a cobrar sentido. Charles Bronson deja atrás por fin sus ridículos remilgos y se destapa como un justiciero de los que desgraciadamente ya no quedan. Un ejemplo para una sociedad corrupta y peligrosamente afeminada que necesita héroes y bigotes con urgencia. Paul Kersey representa el espíritu de los pioneros estadounidenses, de los últimos hombres de verdad que poblaron el continente americano exterminando indios y búfalos como si no hubiera un mañana. Paul Kersey es el último heredero de esa estirpe de héroes que fundaron una nación a golpe de Colt.
¿Quién no se ha sentido desprotegido alguna vez en este mundo? ¿Quién no ha dejado de ir a denunciar un robo de algo de poco valor, como, no sé, una bolsa de Pandilla Drakis, por miedo a que la policía se riera de él? Yo os lo diré: Paul Kersey. A Paul Kersey le importa una mierda todo. Si incumples la ley, mueres, así de sencillo y así de fácil. Tiro por la espalda. Y le importa tres culos provocar él mismo los robos para justificar sus ejecuciones. Y sino mirad como contonea la cámara de fotos a lo turista despistado en una noche en el Bronx en la siguiente escena...
En el siguiente gráfico se puede apreciar el perfecto equilibrio estético-dramático a lo largo de las cinco entregas de Death Wish sostenido por la constante longitud bigotil de Bronson.
La figura de acción de Machete se vende por separado.
The bazooka, Charles?
Como ocurría con C.H.U.D. Los traductores de títulos se volvieron locos con Death Wish y donde había una única saga crearon dos y dejaron a la última huérfana por arte de birlibirloque:
Death Wish - El justiciero de la ciudad.
Death Wish II - Yo soy la justicia.
Death Wish III - El justiciero de la noche.
Death Wish IV - Yo soy la justicia 2.
Death Wish V (The face of death) - El rostro de la muerte.
Os amamos traductores de títulos de películas al castellano. Os amamos a morir.
Lo mejor:
- La tercera entrega.
- El bigote de Charles Bronson.
- El hiératismo de Bronson. A su lado Steven Seagal parece Jack Nicholson encocado.
- Los pistolones.
- La saga llega a su climax en la tercera entrega, las dos siguientes sobran. Pese a todos sus muñecos explosivos.
- CIERTO tufillo fascista.