The Wizard of Gore/El Mago del Gore (1979)

Filed under: , , , , by: Harley Fuagrás

Célebre clásico del gore sacado de nuevo a la palestra gracias a Juno, la edulcorada ¿comedia? indie que nos recuerda la norma #1 de Hollywood: “Las strippers no deben escribir tus guiones”.

Pero no estamos aquí para hablar de las estúpidas tribulaciones de una prepúber embarazada sino para hablar de vísceras, sombreros de copa y el mejor giro final de la historia del cine.

El planteamiento de la película es simple, Montag, un misterioso mago con la cara de cera y los dientes de madera…


…realiza sangrientos trucos de magia durante su espectáculo de ilusionismo. Corta a mujeres por la mitad con sierras eléctricas a la vista de todo su público para después reconstruirlas amasando sus vísceras como quien amasa la harina y la levadura para hacer un bizcocho (en el hipotético caso de que los bizcochos se hagan así, que no soy el puto Arguiñano ¿estamos?).

Siempre que vuelves a casa , me pillas en la cocina,
Embadurnada de harina... Con las manos en la masa...

La cuestión es que pasadas unas horas las mujeres que participan en los números de Montag vuelven a su estado deconstruído y mueren. Es entonces cuando una periodista y su pareja -que se darán esporádicos e imprevisibles lotazos a lo largo de toda la película- empiezan a investigar el caso.

Montag es el nuevo Bob Esponja.
No, esto no es un montaje, es de la película.

¿No suena ni tan mal verdad? Pues es horrible. La película es repetitiva a muerte, Montag hace su número cuatro veces y las cuatro repite las mismas frases, sólo cambia la forma en la que mata a la mujer voluntaria. Prácticamente la totalidad de la película debe de estar rodada en el mismo estudio y los únicos exteriores son unos confusos y oscuros planos de una ¿persecución? en coche. Las paredes siempre están cubiertas de cortinas, lo que nos lleva a pensar que o bien el attrezzista tenía una tienda de cortinas e hizo el agosto o bien no se les ocurrió una forma mejor para tapar los muros de ladrillo del estudio.

Mirada acero azul de Montag.
(Este plano se repite unas 200 veces)

Las interpretaciones, empezando por la de Montag, son sobreactuadas e histriónicas y en La Papada de George Lucas solo le permitimos el histrionismo a Vincent Price.


Cuentan que el protagonista de la siguiente escena, siguiendo el método
Stanivlavski,
le preguntó al director qué había en el primer cajón
de la me
sita de la cocina para poder meterse en el papel del personaje.
Los resultados brillan con luz propia.


Mención especial también al público de las actuaciones de Montag, que aplaude sus horripilantes números como quien aplaude en la ópera. ¿Que le sacan el cerebro por la oreja a una chica y le arrancan un ojo? ¡Fabuloso! ¡Exquisito!



Todo es insufrible hasta el final, hasta ese momento en el que crees que ya no vas a poder escuchar otra vez a Montag decir lo de “cómo puedes estar seguro de que es real lo que ves” sin pegarle un puñetazo al dvd. Hasta ese legendario momento de la historia del cine que revelaré después de la advertencia de SPOILER.


Después de que el chico de la película mate a Montag impidiendo que hipnotice vía televisión a todo el país en uno de los combates finales más irrisoriamente cortos que he visto nunca:


¡ZAS! ¡Al fuego!

...Él y su chica aparecen sentados en el salón de su casa -con paredes de cortina, como no-Parecen aliviados por haberse liberado de la amenaza de Montag… pero… ¡Montag es el chico! ¡¡TWIST!!. Pero… en realidad la mujer había hipnotizado a Montag desde el principio y toda la película ha sido una alucinación hipnótica inducida por la chica en el cerebro de Montag. ¡¡¡¡ÜBBER-TWIST!!!!. Y así, con dos giros ridículamente imprevisibles que al menos te dejan con una carcajada en la boca acaba The wizard of gore.


Chúpate esa Shyamalan.



Puntuación Final



3 comentarios:

El 9 de agosto de 2009, 6:03 , Unknown dijo...

Quisiera subrayar el tedioso manejo de la prensa hidráulica por parte del Gran Montag. Ignoro si las prensas hidráulicas son así de lentas, imagino que no porque la producción de piezas prensohidraulizadas sería aproximadamente de una cada dos semanas, pero la película logra captar el tedio industrial al más puro estilo Tiempos Modernos meets Andrei Tarkovsky. ¿Por qué cortar el plano o acelerar el proceso? El ser humano vive atrapado por sus creaciones y Montag nos lo restriega de forma sublime y maravillosa.

 
El 11 de agosto de 2009, 8:24 , Marina dijo...

a mi me ha gustado como sustituyen a la chica por la cara de una muñeca cuando le clavetea la cabeza : D

 
El 18 de marzo de 2010, 17:17 , Juan MV (juanjujuy) dijo...

unapelicula muy sadica, y en verdad no me hizo gracia el final, tampoco se que hacia montag con loss cuerpos de las chicas y ni hablar que hasta ahora no me entero